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viernes, enero 31, 2020

CARTAS (1900_19149, FRANZ KAFKA




Cartas (1900 - 1914)
Obras completas, Vol. IV
Fran Kafka
Traducción: Kovasics, Adan
Galaxia Gutenberg. 2018, 1.320 pp. 


AnaAlejandre


Galaxia Gutenberg publicó, en 2018, 778 cartas del escritor checo, 145 inéditas, escritas entre los años 1900 a 1914. Las epístolas expresan su situación sentimental y su personalísima visión del mundo: “Solo deberíamos leer libros que nos muerden”


Si el género epistolar, hoy 
practicamente desaparecido, es el mejor medio para conocer la idiosincrasia personal de su autor, en el caso de Kafka su correspondencia es un verdadero caudal de conocimientos sobre la compleja personalidad y talento literario del autor checo.

Gracias a la excelente labor de la editorial Galaxia Gutenberg que ha comenzado a publicar la correspondencia de Kafka, dentro de la colección Obras Completas de dicho autor, de la que es su volumen IV. Comprende 778 cartas escritas por Kafka de las 1.500 que se conservan, pues el escritor destruyó casi el 90% de las que formaban su correspondencia, y de las que ofrece este volumen, 145 son inéditas en España; y todas ellas escritas entre los años 1900 a 1914, cuando se inició la I Guerra Mundial.

En cuanto a Kafka, se consideran cartas todos los mensajes que escribió a lo largo de su existencia, ya fueran postales, telegramas o cartas, incluyendo aquellas que son de tipo oficial, comercial o profesional. Además, del carácter de inéditas de casi centenar y medio de ellas, se da la circunstancia de que se publican después de una nueva traducción del texto original y siguiendo la exigente, rigurosa y cuidadísima edición crítica alemana de Hans Gerd Koch.

Los años en los que fueron escritas las cartas que se ofrecen en esta obra, son los que transcurren desde la adolescencia de su autor hasta sus primeros años de temprana madurez. La primera de dichas misivas está escrita inmediatamente después de cumplir los diecisiete años. La última de las cartas está fechada cuanto ya había cumplido los treinta y uno, momento en el que había decidido independizarse de su familia y sus exigencias, para vivir solo o con pareja. Los destinatarios de dichas cartas son casi todos familiares del escritor, amigos de infancia o juventud, especialmente Max Brod y , también, su primera novia hasta finales de 1912, sus jefes y sus primeros editores. Fue el 20 de septiembre cuando inicia su correspondencia con Felice Bauer, una joven berlinesa a quien había conocido en el mes de agosto, en casa de los padres de su amigo común Max Brod.

Las cartas que le escribe a dicha joven va aumentando gradualmente, hasta alcanzar a una carta diaria y, a veces, dos misivas al día, por lo que ella se convierte en el centro de atención de Kafka, hasta el punto de que termina siendo su prometida. Le escribe más de seiscientas cartas, a pesar de que sólo había estado con ella unas pocas veces, pero a la que convierte en destinataria irreductible de sus razonamientos, explicaciones y confesiones de lo que él considera el drama de su existencia, que no es otro que encontrar tiempo para dedicarse únicamente a escribir, por lo que la literatura significa para él. Esto le confiere a esas cartas una verdadera fuente de información para interpretar su obra literaria. También, es un material valiosísimo para comprender en todo su significado lo que se ha venido a llamar "lo kafkiano", pues en sus misivas va desarrollando un tema, a modo de reflexión y análisis, desde el punto de vista intelectual y teóricamente, que en su caso es la creación poética y el profundo misterio que encierra.

Dos años antes de conocerla, había iniciado el escritor un diario íntimo, además de haber publicado fragmentos de historia en una revista y está ultimando los detalles para la publicación de su primer libro. También, en esa época había conocido el teatro de los judíos de Europa oriental y se siente entusiasmado por el mismo. en esos momentos empieza a recibir presiones de su familia para que se case, pues está rozando la treintena y también, para que abandone su rutinaria vida de funcionario para meterse de lleno en los negocios de su padre por ser el hijo mayor y único varón, posibilidad esta que le aterra.De las cartas que escribe a Felice, que es una correspondencia torrencial, salieron obras maestras del escritor checo. La lectura de dichas misivas permite apreciar los diferentes matices de su personalidad, voces, tonos y variantes posibles, que lo convierten en una figura poliédrica en la que, vista desde diferentes ángulos, momentos y circunstancias en las que escribe se advierten sus diferentes y ricas facetas, de forma sucesiva y hasta simultánea. aunque de todas sus manifestaciones epistolares siempre se advierte que el tono predominante, repetido y constante en su preocupación de cómo hallar el momento para escribir, ese rito necesario del sagrado oficio de la literatura del que es un apasionado oficiante.

Es de destacar la penosa historia de la conservación y transmisión de la correspondencia de Kafka, que es un cúmulo de continuas e imprevistas fatalidades. Todo ellas producidas por la codicia y falta de escrúpulos de editores, investigadores y coleccionistas a cual más culpable. Los primeros fueron los responsables de la editorial Schocken que incumplieron la expresa voluntad de Felice Bauer que les obligaba a entregar sus cartas, después de ser publicadas, a la Jewish National and University Library de Jerusalén, y en vez de ello, las subastaron, divididas en diferentes lotes, por 600.000 dólares, a pesar de que solo le habían pagado a Felice 8.000 dólares. Este hecho propició que más de la mitad de las cartas del autor checo que se conservaban y que ascendían a unas mil quinientas, se encuentren desperdigadas y en paradero desconocido. De algunas de ellas se conservan copias o microfilmadas, especialmente de las cartas a Felice, pero de otras solo algunos fragmentos o menos aún.

Es por ello una grata noticia la publicación de este cuarto volumen de las Obras Completas de Kafka, de las que aparecerán otros volúmenes más adelante, y que se haya hecho con el cuidado, mimo y precisión con que lo han llevado a cabo los editores de Galaxia Gutenberg y, especialmente, es destacable la labor del traductor, Adán Kovasics,: que nos ofrece esta obra en español con absoluto respeto, claridad y exactitud que permite a los lectores sentir realmente que leen los textos originales de Kafka, traducidos a nuestro idioma, pero que transmiten la verdadera voz de su autor, del genio literario checo en su más genuina sonoridad y autenticidad.